La canadiense Grimes está de regreso, a pesar de que su ausencia dentro de la escena musical, nunca ha sido larga entre sus trabajos anteriores.
La artista nos entregó su cuarto álbum "Visions" a finales del mes de enero. Elogiada por su primer trabajo en 2010, la oriunda de Canadá logra 13 diferentes momentos, sensaciones y nos lleva por un viaje lleno de beats, contratiempos y síncopas; conformado por ese número de pistas, Visions es un disco lleno de sintetizadores que rinden tributo a los años 80 y principios de los 90, a Aphex Twin, y grandes voces como Enya y Bat for lashes.
Como lo hiciera Aphex Twin en el Ambient Works; Visions va logrando transportarte de un sentir a otro, de una mirada a otra para no vagar por los acordes o por las armonías en las que estamos envueltos, inmersos. 13 tracks llenos de euforia, ecos, disonancias, ritmos, voces overlapeadas.
"Genesis" y "Oblivion" son los dos primero sencillos de este álbum. El sonido de la secuencias es astral, una gama de diversas atmósferas se unen para dar vida a los beats que se combinan con la voz, para que de pronto Grimes te diga "My heart will never be, Never feel never... "
Este disco une dinamismo y ambientes casi oscuros, sin dejar de lado el momento para bailar. El álbum es realmente un gran trabajo, cada track es algo totalmente distinto, pasas de una melodía casi bailable a lo experimental, sin aviso alguno. El poder vocal que posee es increíble y los agudos alcanzados en varias de las canciones son inimaginables.
Está claro que la canadiense ha madurado muy a pesar de su corta edad, pero qué importa cuando se tiene esa creatividad y esa voz. Sin duda alguna, el año inicia bien con álbumes como estos. No hay ni una pregunta al aire con respecto al trabajo de Grimes, por tanto Visions es una obra muy fuerte musical y vocalmente y que a más de uno de los no fans le sacará una gran sonrisa, o por qué no, un movimiento en los pies acompañando al beat.
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