Priscila Alejandra Álvarez Flores
Kuryaka de hueso colorado
@boligomas
Eran las 5 de la tarde cuando arribamos al Teatro Estudio Cavaret, en Zapopan, Jalisco el pasado sábado 12 de mayo. Después de un viaje de 8 horas en camión desde el DF y toda una mañana de espera interminable, por fin estábamos ahí y la emoción a flor de piel se elevó al tope al escuchar los primeros acordes de “Jaguar House” provenientes del soundcheck. Aún faltaban poco más de 5 horas de espera para que comenzara el concierto, pero las manos sudorosas y el corazón agitado nunca descansaron, después de más de 11 años de espera, 5 horas serían como un suspiro.
Poco a poco más gente comenzó a llegar, todos superaban los 25 años, todos de aquella generación marcada por la revolución musical de la que Illya Kuryaki and the Valderramas fue protagonista. A las ocho en punto se abrieron las puertas del lugar y después de asegurar los mejores lugares en primera fila y preparar las pancartas que con tanto cariño les habíamos realizado, las pláticas y anécdotas con los asistentes al concierto se intensificaron, todos hablábamos de la magia de IKV, de lo que ha constituido en nuestras vidas, parecía que se hubiera regresado el tiempo 10 años y volvíamos a tener 20 años.
Conforme se acercaba la hora, comenzamos a gritar el nombre del grupo, a chiflar y patalear con desesperación, ¡Queríamos que la dupla argentina saliera ya al escenario! Al fin a las 10:15 PM, se apagaron las luces, salieron Sergio Verdinelli, Carlitos Salas, Mariano Domínguez, Matías Rada y Rafael Arcaute, músicos –increíbles- de la banda y finalmente los grandes Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta pisaron el escenario, estrenando un vestuario brillante y con la energía mágica que los caracteriza contagiaron de inmediato a los ya prendidos asistentes del lugar, quienes no paramos de bailar y saltar toda la noche.
Era tal la emoción que todos teníamos, que después de 10 minutos de finalizado el concierto, nadie se movía, les gritábamos que volvieran y para calmar los ánimos salió Dante, nos agradeció y después de interactuar con su público y aventar una toalla a sus fans, se despidió.
Sin duda, un concierto épico para todos los que asistimos, pero para aquellos que como yo, los hemos seguido por tanto tiempo, constituyó un momento glorioso. Illya Kuryaki and the Valderramas siempre se caracterizó por dar todo en el escenario y lo cierto es que, después de 10 años de pausa, la magia que desprenden en el escenario sigue intacta. Después de presenciar sus conciertos en DF y Guadalajara, lo que más me emociona y gusta, es que esta reunión se siente real y necesaria, esperamos nuevo disco y gira a finales de año.
¡¡Gracias kuryakis por todo y por tanto!!
¡¡Gracias kuryakis por todo y por tanto!!
Es impresionante darte cuenta del significado que tienen cada una de tus palabras; te felicito por la manera en que sigues a tu grupo,pero sobre todo me da gusto tenerte tan cercana a mi @boligomas, espero cada uno de los esfuerzos que hagas por "IKV" -como lo denominas tu- te lleve a estar a su lado aunq sea unos minutos, sería increible no crees....¿Qué dicen IKV, le ofrecen unos minutos de su tiempo @boligomas? creo que se lo merece...Es más no lo creo... Estoy convencida #HeDicho
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